Últimamente me topo muy seguido con la sensación de que no tengo que ponerme. Y no es verdad, veo un clóset lleno pero muy falto de inspiración. Atascado de muchas tendencias pasajeras que ya no se me antoja usar, menos ahora que es invierno y piezas a las que les faltan otras para lograr esos lindos complementos.
Y es ahora que he caído en cuenta de una triste verdad de mi armario: me hacen falta básicos. Y no voy a decir que todos, pero si suficientes para sacarle más provecho a lo que ya tengo. Mi clóset tiene un segundo defecto y es que compro las cosas de forma individual, sin en realidad pensar en cómo las voy a combinar con lo que ya tengo.
Es decir, vas a la tienda, ves una blusa que te súper encanta y seguro que la vas a poder usar con tus siempre fieles jeans, pero, ¿cómo más la vas a convertir en una pieza que reviste todo tu guardarropa? A veces lo que se necesita en vez de tener muchas opciones, es tener pocas opciones pero con las que se logra un mayor número de combinaciones, la clave son los colores neutros como grises, color carne, negro y tonos blancos o hueso.
No me sorprende que en mi armario no hay mucho de esos colores, sino todos los contrario. Además de eso, muchos estampados muy fuertes que son un poco difíciles de combinar más hacia el estilo que me gusta en este momento. Ese es el punto de un guardarropa, que tus piezas sean reutilizables indefinidamente y no sólo por una temporada o incluso un solo día.
Así que mi propósito fashionista para este año es priorizar todas las piezas básicas antes de comprar la blusa que me súper encanta. Y el segundo objetivo es comprar sólo ropa con la que sepa que pueda hacer al menos dos combinaciones con la ropa que ya tengo en mi armario (sin contar combinarlo con jeans). Pensar más a la hora de comprar, será mi estrategia fashionista del 2013. ¿Y ustedes? ¿Tienen algún propósito fashionista?
