Pasar hambre y no comer cuando empezamos una dieta es algo del pasado, un mito que dejamos atrás para pasar a la nueva etapa: hacer dieta comiendo de todo. Así es, una investigación dirigida en la Universidad Hebrea de Jerusalen ha demostrado, en ratones, que las dietas cuidadas u seguidas rigurosamente con todo tipo de alimentos en sus programas tienen mejores resultados que las dietas prohibitivas.
El estudio llevado a cabo demostro que la ingesta de todo tipo de alimentos y por lo tanto una dieta alta en grasa favorecía la pérdida de peso corporal. Esto se mostró en un estudio realizado en ratones, creando dos grupos, dos encenas. El primero era un grupo de roedores con una dieta controlada y con todo tipo de alimentos y, el segundo grupo no tenían ningún tipo de programación dietética. El resultado fue que los ratones del segundo grupo no reflejaron cambio alguno en la pérdida de peso corporal.
Este efecto se debe al metabolismo circadiano del cuerpo humano. Es decir, que el consumo de todo tipo de alimentos tiene más importancia que la cantidad de grasa ingerida, ya que el funcionamiento de metabolismo humano se ve reforzado y se previene la obesidad si seguimos una dieta rica y una programación exhaustiva de las comidas.
El estudio llevado a cabo por Oren Froy (Profesor del Instituto de Bioquímica, Bromatología y Nutrición) y el Dr. Robert (Facultad H.Smith de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente) han demostrado que el resultado de esta investigación puede ser la clave para prevenir la obesidad favoreciendo la pérdida de grasa. Además han asegurado que la programación de cada una de las comidas, sin limitar las cantidad en el menú diario, puede ser una de las herramientas más favorables como terapia para prevenir la obesidad en los distintos grupos de población, desde los más pequeños a los más mayores.