Ducharse demasiado es malo para la piel


No os preocupéis; no os voy a devolver a los tiempos en que las personas se bañaban dos veces al año… Todos sabemos que la limpieza y la higiene personal son fundamentales para llevar una vida sana, y para poder relacionarnos con el resto de las personas. Pero ni tanto, ni tan calvo; recientes estudios han confirmado que una ducha diaria es más que suficiente para nuestro cuerpo, y que hacerlo con más frecuencia puede llegar a afectar a nuestra piel. 

 Según la Academia Española de Dermatología y Venereología, una ducha al día es lo máximo para lo que está preparada nuestra piel. Hacerlo con mayor frecuencia, sobre todo si utilizamos jabón o gel, puede conducir a la aparición de varias enfermedades. La dermatitis atópica es una de ellas, y también la más conocida; pero la pérdida del manto hidrolipídico de nuestra piel puede llevarnos también a sufrir infecciones (por ejemplo, las manchas blanquecinas producidas por la pitiriasis alba), o a desarrollar alergias e hipersensibilización a los productos cosméticos de baño. Para evitar todo esto, cuando el calor sea excesivo o por cualquier motivo tengamos que ducharnos más de una vez al día, intentaremos hacerlo sólo con agua no muy caliente. 

En la primera ducha del día se pueden emplear geles y jabones, siempre con un PH entre el 5,5 y el 6,6, similar al de la piel. Nunca hay que friccionarse fuerte; suele bastar con aplicar el producto con la mano o la esponja. Y después de la ducha, es fundamental aportar a la piel una buena hidratación, secando bien todas las zonas para prevenir infecciones por hongos.