Cómo conseguir que el esmalte no se espese


¿Cuántas veces te has ido a pintar las uñas, has cogido ese esmalte que hace tiempo que no usas, pero que tanto te gusta y cuando has ido a aplicarlo, has visto que está espeso y no puedes utilizarlo?. Los motivos por los que te lo has encontrado así pueden ser varios, pero si quieres que no te vuelva a ocurrir, te damos unas cuantos consejos que pueden serte muy útiles para tus esmaltes de uñas, ¿preparada? 

Las lacas de uñas necesitan una serie de cuidados para que se conserven a lo largo del tiempo. Puesto que es un producto que utilizamos de vez en cuando y vamos variando, cuando nos compramos uno nuevo, el antiguo se queda un poco en el olvido; y por eso mismo, debes darles unos cuidados mínimos para que cada vez que los utilices estén en perfecto estado, ¡como la primera vez! Una de las primeras premisas que debes tener claras es que no pongas las lacas de uñas cerca de fuentes de calor, ya sean radiadores o el mismo sol. Aunque te guste pintarte las uñas al sol, trata de que el bote no sufra el calor de sus rayos, puesto que es la amenaza más clara para que el esmalte se seque y, por tanto, se espese. Por otro lado, una vez que hayas terminado con el esmalte, no cierres el bote sin limpiar antes la boquilla de éste. Prueba a hacerlo con un poco de acetona. 

De esta forma, conseguirás que siempre esté bien cerrado y no se seque. Si a pesar de estos cuidados, notas el esmalte espeso, puedes sumergirlo en una cacerola con agua muy caliente. Déjalo durante unos minutos a fuego lento. Después, sácalo y remuévelo para ver si está menos espeso. Otra alternativa que tienes es echarle unas gotas de acetona y moverlo bien para ver si cambia la textura. Si después de todo esto, sigue igual, entonces es mejor que lo tires, puesto que ya no tiene solución.