Uno de los problemas más habituales en el cabello es el de las puntas abiertas o partidas, un efecto que se produce cuando la fibra capilar está seca y dañada. Se produce por daños, ya sea por tintes, planchas, secador o permanente, también por agentes climáticos como el sol o el agua de mar, y por falta de productos apropiados.
En otoño es cuando más suele evidenciarse la punta partida, ya que es el remanente del verano en el pelo. Por eso, aprendamos a evitarlas y a tratarlas.
Si ya tienes las puntas partidas o si tu pelo es propenso a tenerlas, puedes probar con estos cuidados: no frotes el cabello con la toalla después de lavarlo, seca dando pequeñas presiones, tampoco desenredes el pelo demasiado mojado o con peines de dientes estrechos.
No abuses del secador, y recuerda que para no maltratar el pelo, debe estar de mojado a húmedo y no de húmedo a seco. Cuanto más frío sea el aire, mejor.
Un buen truco es colocar compresas de aceite de ricino y miel tibias o de hipérico y milenrama, antes del lavado con champú, para cerrar las puntas partidas.
Otra mascarilla casera muy efectiva se forma batiendo una cucharada de melaza, tres cucharadas de aceite de almendras dulces, y una yema de huevo.
Prueba también con realizar el último aclarado con un litro de infusión de manzanilla o camomila.
Fuente: Belleza Natural
