Qué componentes buscar en las cremas antiage.


Mi vida yo y mi miedo a que alguna arruga haga nido en este rostro me han llevado a ser una buscadora incansable de activos antiage. 

Lo reconozco: la piedra basal de mi blog es mi miedo a tener alguna pata de gallo, peribucal o en la frente, y es por eso que hago tanto post al respecto. Es por eso que hoy se viene otro post sobre mis mejores amigos... que también deberían ser los mejores amigos de más de una. Hay que buscarlos en la lista de ingredientes o tenerlos en mente a la hora de decidirse una crema, si optan por alguno de ellos, nunca se van a equivocar: 

Retinol: ¿qué decir de mi amante, mi vida, mi todo? Lo amo más que a mi marido, hijos y perra. Es un derivado de la vitamina A. Trata finas líneas, arrugas, manchas, pieles caídas y cualquier otra pequeña cosita que nos quite el sueño. La revista Allure lo llama "el mejor antioxidante". Lo ideal es usarlo de noche y alejado de los alphahidroxiácidos. Su mejor aliado es el péptido de cobre, aunque puede ser usado con las ceramidas o la niacinamida para mejorar tolerancia, ya que a veces puede irritar o picar. Si les parece muy fuerte, empiecen a usarlo de a poco: al principio, una vez por semana; a la semana siguiente, dos veces y así hasta llegar a la semana completa. 

 Q10: es una coenzima antioxidante, neutraliza los radicales libres y regenera la piel. Dicen que es mejor que la vitamina E, dicen. 

Argireline: actúa sobre los mecanismos de la formación de arrugas relajando los músculos, además de hidratar. Dicen que es mejor que el botox porque actúa de manera más profunda (y no necesita inyecciones).

 Ácido hialurónico: hidrata como ninguno. Capta las moléculas de agua y estimula las células encargadas de producir colágeno y elastina.

 Resveratrol: es un antioxidante que protege el adn celular. Estimula los procesos metabólicos relacionados con la prolongación de la vida de las células. Se encuentra en la piel y en la semilla de las uvas, en la soja y en algunas algas. 

 Silicio: un gran antioxidante protector contra los radicales libres. Estimula la síntesis de colágeno y elastina, lo que permite que la piel esté firme. 

Ceramidas:  
Son unos lípidos naturales que facilitan la hidratación de la piel. Cuando las grasas naturales de la piel empiezan a desaparecer, usar productos con ceramidas ayuda a la firmeza y luminosidad de la piel. La piel las acepta perfectamente. 

Hidroquinona: se lo llama "el borratodo", blanquea como ninguno, ya que bloquea la enzima que dispara la producción de melanina. Se lo usa combinado sólo sobre la mancha a aclarar con otros blanqueadores que potencian su acción (ácido kójico, extracto de licorice o arbutin). Recuerden que si o si, si usan este activo, hay que usar protección solar. 

Alphahidroxiácidos: son ácidos de frutas que exfolian la piel (retiran células muertas) y permiten que las cremas penetren más y mejor. Hay dos nuevos amigos de los que venimos escuchando desde hace poco tiempo, así que la próxima vez que escuchen que están presentes en alguna crema, no los desestimen: 

Glicanos: son moléculas de azúcar que ayudan en la comunicación celular y mejoran la renovación de la piel. Nuestra reserva de glicanos decrece con el tiempo y no permite que las células se regeneren efectivamente. 

Rhamnosa: es un activo que reprograma a las células relevantes de la piel para que se generen más colágeno y elastina. Es apta para todo tipo de pieles. Todos estos activos (en verdad, algunos de ellos, no todos juntos), acompañados de una protección solar deberían estar presentes en alguna crema antiage que compremos. 

 ¿Los conocían?