La elección de un cirujano estético a la hora de enfrentarse a una intervención de este tipo de cirugía es uno de los pasos más importantes que debemos dar una vez hemos decidido que queremos enfrentarnos a una operación de este tipo.
En primer lugar, lo más adecuado, es hacer una pequeña lista de buenos candidatos a través de las diversas fuentes que tengamos a nuestra alcance y que comienzan, claro está, con los amigos que se hayan sometido a una intervención igual, o parecida, a la que pensamos realizarnos. Aun cuando la opinión de sus amigos, así como los resultados visibles de la operación, sean altamente satisfactorias, conviene no quedarse tan solo con esa opinión y abrir el campo de consultas por ejemplo a algún médico que conozcamos para tener una opinión más profesional.
Una clínica de prestigio es una buena oción a la hora de enfrentar la elección de un cirujano estético. Este tipo de clínica ofrecerá, a buen seguro, un largo listado de profesionales acreditados. Por último podemos recurrir a las asociaciones profesionales del sector.
Para poder discernir entre todos los candidatos cual es el más adecuado, conviene saber los requisitos que un cirujano plástico debe reunir. El primero, lógicamente, es que sea Licenciado en medicina y cirugía y que haya cursado la especialidad de cirugía plástica y estética. Tan solo de esta forma se puede acreditar haber recibido una formación teórica y práctica completa, incluyendo rotación por diferentes servicios, atención en situaciones de urgencia e intervención en más de quinientas operaciones como ayudante y más de trescientas como cirujano.
El segundo requisito que tendremos en cuenta a la hora de enfrentar la elección de un cirujano estético es que ha de tratarse de un profesional especialmente entrenado para cuidar y proteger a su paciente, con experiencia en cicatrización y que sepa enfrentar los problemas que se puedan presentar.
Dos características que debemos apreciar especialmente en el profesional por el que vayamos a decantarnos son, en primer lugar que debería ser todo un artista del diseño, y en segundo lugar debe tener unas dosis altísimas de meticulosidad. Pero no solo el pulso es necesario, también debe poseer un buen dominio de la psicología del ser humano. Este último aspecto es especialmente importante en esta especialidad donde puede encontrarse con personas con baja autoestima o problemas depresivos.
Una vez obtenida una lista de dos o tres candidatos, proceda a realizar una consulta previa a cada uno de ellos, de forma que pueda comparar sus personalidades, opiniones sobre la cirugía a la que desea someterse y las respuestas a sus preguntas.
En la elección de un cirujano estético huya de aquellos profesionales que se lo pintan todo como en un cuento de hadas, de los que nunca tienen problemas o de los que prometen resultados maravillosos como cicatrices invisibles o completa desaparición de las marcas del acné. Por el contrario, confíe en aquel profesional que, desde el primer momento, le deje claro los riesgos que conlleva la intervención y que, además, sepa dar respuesta razonada y clara a cualquier duda que podamos tener sobre posibles eventualidades en el transcurso de la operación.