Estar de pie todo el día, caminar mucho o correr largas distancias pueden ser algunas de las causas por las que nuestros pies se sientan doloridos. Para remediarlo, aquí te traemos algunos consejos útiles que pueden aliviar y tener unos pies más descansados al final del día. Son técnicas comunes y muy sencillas pero que a veces olvidamos y nos pueden solucionar un mal día en un momento.
¿Tus zapatos son viejos? ¿Sujetan bien tus pies? ¿Te aprietan mucho?
Según cómo te quede el calzado y su estado son factores importantes para explicar el dolor de pies. Además, hay que utilizar zapatos adecuados dependiendo de la actividad que se realice, sobre todo si es un deporte. Si sólo es una ligera molestia, los baños de agua tibia o caliente relajan los pies.
Para aliviar el dolor, estira tus pies y pantorrillas, presionando ligeramente contra una pared los metatarsos del pie. Asegúrate de estirar bien y mantén una posición de 45º durante unos 30 segundos. Haz al menos tres repeticiones con cada pie. Si te duelen mucho o los tienes hinchados, ponerlos en alto y con hielo bajará la inflamación. Por último, los masajes benefician el flujo de la sangre y alivian. Date (o pide que te den) un masaje frotando y masajeando talones, plantas y empeines con crema hidratante
