Parabenes: sustancias cosméticas peligrosas


Las sustancias cosméticas peligrosas nos ponen sobreaviso de un número determinado de componentes que encontramos en la mayoría de los cosméticos y cuya seguridad en cuanto a la salud está siempre rozando el límite. Para darnos cuenta de lo inconscientes que somos sobre este hecho, basta coger cualquiera de nuestras cremas cosméticas y leer en la etiqueta sus ingredientes. Seguro que, además de estar probablemente en otro idioma, no entenderemos nada. Pero necesitamos saber que no todos los componentes que se usan para la elaboración de cosméticos son cien por cien seguros y que muchos se usan en porcentajes que rozan el límite de lo saludable. Esto ocurre por ejemplo con los llamados parabenes o parabenos que podríamos incluirlas dentro del catálogo de sustancias cosméticas peligrosas, o al menos que se encuentran en el centro de la polémica por temas de salud. 

Los parabenes o parabenos son sustancias químicas cuyo objetivo es eliminar las bacterias que pueden hacer que se reduzca la duración del producto, así su objetivo primordial es alargar la vida del mismo. El problema es que está comprobado que, aun no habiendo sido incluidos aun como un producto alérgeno frecuente, pueden generar en bastantes casos reacciones alérgicas a los mismos, de ahí la polémica en torno a ellos. Y es que algunas personas consideran a los parabenes o parabenos como potencialmente peligrosos y han llegado a acusarles de ser capaces de provocar enfermedades tan graves como puede ser cáncer. Conviene en este punto y para aclararnos con las sustancias cosméticas peligrosas, hacer caso a las recomendaciones que la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, nos hace sobre los parabenes. La OCU divide estas sustancias químicas en tres tipos, en primer lugar incluye a los más perjudiciales que son los isopropyl e isobutyl. Sobre estas sustancias se indica que no existen estudios suficientes sobre sus riesgos potenciales y que habría que evitarlos. 

El segundo grupo de parabenes dentro de las sustancias cosméticas peligrosas y según indica la OCU son los butylparaben y proylparaben de los cuales se ha establecido un uso legal máximmo de 0,4%, aunque la recomendación de los expertos es que no supere el límite del 0,19%. No obstante estos últimos están prohibidos en países como Dinamarca, por lo que la OCU aconseja no usarlos en productos que permanezcan en la piel ni en menores de tres años. 

El último grupo es el de aquellos que no despiertan apenas preocupación por su uso y que son los llamados metylparaben y etylparaben. Aparecen en los cosméticos en tan bajas cantidades que si los buscamos en las etiquetas, los encontraremos en los últimos lugares.