Masaje Africano con cañas de bambú


El masaje africano comienza con la aplicación de una lluvia revitalizante en el ambiente a trabajar, es dulce, contiene aceite esencial de vainilla, chocolate y coco, recordando momentos de placer y dulzura. El paciente está acostado boca abajo y se le aplica en la espalda un masajeador de extracto de Karité y manteca de cacao para poder aplicar sobre éste aceite y permitir el deslizamiento de las cañas evitando el roce incómodo. El aceite que aplicamos sobre el masajeador contiene: salvia (descongestivo), mirra (cicatrizante) y limón refrescante y purificante, combinados logran un buena desintoxicación, desinflamación y firmeza. La acción de masaje es tanto drenante, revitalizante o reductora. 

Dependiendo de lo que el paciente necesite y lo que el terapeuta considere. Es ideal para personas que se encuentran cursando una depresión o solo una tristeza importante tanto como para aquellas que necesiten un espacio de relax. Comenzamos entonces el deslizamiento y rodamiento de las cañas por la espalda acompañando la música y ayudando a la conexión con el paciente. 

El masaje como mencionamos anteriormente es revitalizante, ayudando a potenciar la fortaleza y el bienestar, pero podríamos combinar la acción de revitalizar con lo remodelante dependiendo el objetivo que se quiere alcanzar. Algunas sesiones podrían ser solo remodelantes trabajando con maniobras locales y trabajar dichas maniobras con crema reductoras.

 El drenaje es posible con las cañas de menor tamaño trabajando desde el pie hasta glúteos comenzando boca abajo con maniobras de deslizamiento compresión llevando hacia glúteos. Cañas de bambú Su aplicación en este masaje se debe a que logran un beneficio en el contacto con la piel. Las cañas de bambú contienen unas semillas dentro llamadas Tabashir, que contienen silicio y es una excelente fuente energética para lograr efectos tonificantes y favorecer el deslizamiento y mejora sobre la piel.Por ello se dice que el Bambú es ideal para personas menopáusicas al provocar una mayor revitalización. 

Las semillas de bambú una vez que las plantamos, tardan en germinar unos 6 a 7 años,todo ese tiempo les lleva crear y fortalecer sus enormes,potentes raíces,que lo mantendré en pie toda la vida.De allí el paralelismo que aplicamos y trabajamos en la teoría cuando damos el curso con el ser humano.Siendo este capaz de formar la psique en los primeros 5 años que lo mantendrá siempre de pie ante la adversidad y la vida misma. Agradecemos por este artículo a Claudia Rodríguez Antelo.