Todas sabemos que a pesar del empeño que pongamos en la dieta y el ejercicio, hay zonas del cuerpo que una vez que acumulan adiposidades, es muy probable que no vuelvan a perderla.
Pero como para todo hay solución, existe una técnica capaz de eliminar esas feas redondeces sin someterse a la liposucción, que es más agresiva y de recuperación más lenta: es el láser escultor.
De esta forma, se introduce un cabezal con láser a través de mínimas incisiones, para entonces emitir un calor que derrite las grasas, las emulsiona y se eliminan sencillamente. A diferencia de la liposucción, no se las succiona.
La piel se contrae con esta técnica, evitando la flaccidez posterior, y además, te recuperas mucho más rápidos y sin tantos moretones ni riesgo de rotura de vasos sanguíneos.
Es una alternativa muy efectiva, que merece la pena que converses con un cirujano plástico experimentado y competente.
Vía: Guapadicta