Si tienes el cabello fino y algo deteriorado, sabrás que deberás cuidarlo a conciencia puesto que es un pelo frágil.
Es fácil determinar cuando la fibra capilar no es fuerte, porque se parte con facilidad en el peinado, y además las puntas están abiertas. En este caso, además de tomar medidas para sanear el cabello, hay que aprender los cuidados del pelo frágil para mejorarlo.
Esta debilidad capilar se da por la degradación de la cutícula o capa de protección exterior del cabello, que al desaparecer, lo deja, casi literalmente, al desnudo, débil e incapaz de aguantar las agresiones del lavado, el cepillado y el aire caliente del secador.
Por ello, lo primero que hay que hacer es evitar todo lo que lo daña: tintes, planchas secador, exceso de sol y viento, agua de mar o piscina, entre otros, siempre que se pueda y utilizando protección adecuada cuando sea inevitable.
También agrega a tu rutina capilar mascarillas reparadoras, ampollas nutrientes, aceites y serums humectantes, cepillados suaves, tratamientos rehidratantes.
Opta por champús y acondicionadores para cabello fragilizado, que devuelven parte de esas proteínas perdidas y ayudan a fortalecerlo desde el interior.
Fuente: Hola
