Muchas veces los polvos compactos se rompen porque caen al piso en un descuido, o simplemente con el uso. Vamos a aprender a aprovecharlos.
Si por ejemplo el color de tu polvo compacto roto es demasiado claro u oscuro para lo que requieres, se puede modificar su color.
Para ello, simplemente colocaremos cuidadosamente en un mortero los pedacitos de polvo, y lo reduciremos. Luego, podemos agregar otro color más claro u oscuro, y hasta restos de colorete o sombras de ojos en colores cálidos como melocotón, beige, dorado, y otros.
Así, como si se tratara de una paleta de pintor, lograrás tu propio color personalizado y habrás aprovechado hasta lo último de tu polvo compacto.
Claro que tu polvo compacto se habrá convertido en un polvo suelto que podrás usar para iluminar o para destacar partes de tu rostro. Colócalo en una polvera y aplica con brocha.
Fuente: Arrebatadora