Desde hace mucho tiempo, se sabía que los cultivadores de caracoles, durante su jornada laboral, se realizaban cortes y heridas durante el manejo de estos animales, pero estos cortes y heridas sanaban muy bien, y mantenían las manos en correcta hidratación. Así que decidieron analizar los componentes del extracto del caracol, dando como resultado la siguiente composición:
Ácido glicólico: gracias a ello, es posible el peeling, favoreciendo la renovación celular y la eliminación de las células muertas.
Alantoína: hace posible la regeneración de la piel.
Proteínas y vitaminas: aportan a la piel nutrición y suavidad. Estas proteínas y vitaminas están presentes en la baba del caracol.
Colágeno y elastina: son los principales componentes del tejido conectivo de la piel, que con el paso de los años pierde su elasticidad.
Antibióticos naturales: acción antibacteriana, en especial contra: la Eschericia Coli, el Staphylococus aureus, la Pseudomona Aeruginosa y el Acné Vulgaris, protegiendo así de su infección.
Debido a todos estos componentes, tiene la capacidad de atenuar las arrugas.
Esta crema no posee un tacto grasiento, es inodora y se absorbe con facilidad y rápidamente.
Este tipo de crema suele estar formada en un 80 % de extracto de caracol. Este proceso de fabricación no daña al caracol.
Modo de empleo: se aplica esta crema dos veces al día sobre una piel limpia, realizando suaves masajes hasta ser absorbida.
Fuente: http://blogbellezza.com/