La piel te envuelve por completo y es como el 7 por ciento de tu anatomía. Es lo que la gente ve cuando se dirige a ti. La piel te cubre y te protege, pero también necesita que la mimes y la cuides, así que ¡manos a la obra!
1. Hidrátala de adentro hacia afuera Para mantener los procesos naturales de la piel, lo mejor es nutrirla consumiendo ciertos aceites naturales como el aceite de girasol, que contiene ácido linoleico, un ácido graso esencial.
2. Duerme ¿Sabías que entre las 2 y 3 de la mañana las células se regeneran ocho veces más rápido que a la mitad del día? El tener que dormir más de siete horas no es un mito. Tu cuerpo, y sobre todo, tu piel, necesita ese tiempo para recuperarse. Descansa y ponte bella a la misma vez.
3. Tomar agua no alivia la piel seca Ingerir de seis a ocho vasos de agua al día es excelente para tu salud, pero no ayuda a que tu piel esté menos seca: esa humedad nunca llega a las capas exteriores de la piel. Dale una mano a tu cuerpo: usa una crema humectante como Vaseline® Aloe Fresh Hydrating Body Lotion cuando tu piel necesite hidratación adicional.
4. Baja el agua caliente Estar por mucho tiempo bajo el agua caliente de la regadera puede estropear tu piel. ¿Cómo puedes protegerla? Báñate con agua tibia por 15 minutos o menos. Date suaves palmaditas con la toalla y no te frotes la piel al secarte.
5. Olvídate del jabón Un jabón cualquiera puede resecar la piel. En cambio, un limpiador líquido o una barra humectante, como Caress® Beauty Bar, te dará la suave limpieza que necesitas sin llevarse los aceites naturales que protegen tu piel.