Las manchas en el rostro suelen hacernos sentir menos atractivas y disminuyen nuestra autoestima. Hay muchos factores que inciden en la aparición de las molestas manchas en la piel del rostro, pero el sol es uno de los principales. La zona de l nariz, mejillas, frente y contorno de la boca, son los más afectados y se conocen como melasma. S
i bien las manchas en el rostro afectan también a los hombres, las mujeres tenemos un mayor riesgo de padecerlas, además de que no contamos con el recurso de la barba para disimularlas. La exposición al sol, la genética, cambios hormonales, ciertos cosméticos, el embarazo, las píldoras anticonceptivas, son algunos de los desencadenantes de las manchas. También las heridas o irritaciones pueden ocasionar la aparición de manchas. El tratamiento para las manchas del rostro varía de acuerdo a la zona en que esté localizada y a la causa.
La mancha puede ser superficial, profunda o mixta, de acuerdo a la localización del pigmento. Las manchas más superficiales son más fáciles de tratar. Es necesario que consultes con un dermatólogo para que determine las características de tus manchas y diseñe un programa efectivo para tratarlas. La mejor época para el tratamiento es el invierno y el otoño, ya que la radiación solar es menos intensa y solemos pasar menos tiempo al aire libre. Antes de iniciar el tratamiento, el dermatólogo te indicará el uso de protector solar acorde a tu piel.
Los productos deben tener además óxido de zinc o de titanio para bloquear la luz visible, responsable del oscurecimiento de las manchas. También debes evitar las cremas o cosméticos que irriten tu piel, porque esto empeoraría las manchas. El médico te recetará alguna crema despigmentante, seguramente que contenga hidroquinona, que por lo general se utiliza conjuntamente con ácido glicólico o tretinoína. No te desanimes si no toleras estas cremas, hay otras alternativas.
El tratamiento con cremas toma unos tres meses, dependiendo del tipo de piel y de la mancha. La técnica de peeling químico se utiliza para el tratamiento de pieles claras, como complemento de las cremas. Para ello se utiliza ácido glicólico, mandélico, láctico o salicílico. Otra alternativa es el tratamiento con luz pulsada intensa, que se utiliza para casos más difíciles. Se practica una sesión por mes y toma entre cuatro y cinco meses completar el tratamiento.
