Quítale tiempo a tu rutina y centímetros a tus medidas. ¡Estos increíbles tips te ayudarán a tonificar y ahorrar tiempo!
1. Pasos pequeños. Las mujeres que se concentran en tonificar los músculos pequeños (bíceps y pantorrillas) antes que los músculos más grandes (muslos, cola y espalda, por ejemplo) son capaces de realizar más repeticiones y esculpir sus figuras de manera más efectiva. Los científicos han descubierto que, al trabajar los músculos más pequeños antes, las personas desarrollan menos ácido láctico y se fatigan menos. ¡Una rutina más efectiva que además se siente más fácil!
2. Muévete menos. Hacer movimientos pequeños te puede hacer a ti más pequeña. Por ejemplo, si estás haciendo sentadillas, baja tus muslos hasta que estén paralelos al piso, pero en vez de retornar a la posición inicial para completar la repetición, levántate sólo unos centímetros y vuelve a bajar, apretando así el movimiento. Al hacer la sentadilla de esta forma, cansas los muslos y la cola más rápido y es eso precisamente lo que los tonifica!
3. ¡Sostenlo! Cada movimiento tiene una posición en la que el músculo llega a un punto máximo de contracción o activación. Lo reconoces cuando sientes un apretón cuando estás haciendo abdominales, por ejemplo. Cuando llegues a ese momento sostén el movimiento, aprieta el músculo y cuenta hasta 5. De esta forma romperás más tejido muscular lo que te ayuda a tonificar más cuando el musculo se regenera.
4. Frena. Cuando estés haciendo un movimiento y llegue la hora de “soltar” –el momento en que regresas a la posición inicial- cuenta 4 segundos. Esto mantiene el músculo bajo tensión durante más tiempo ayudándote a quemar más calorías y tonificar más; tómate un segundo más antes de hacer la siguiente repetición. Sobrecargar los músculos ayuda a la descomposición y a la reconstrucción que esculpe. No acortes caminos cogiendo impulso, haz movimientos más lentos para endurecer más rápido!
5. Piensa en el músculo. Hay estudios que indican que si te concentras en el músculo que estás trabajando, puedes reclutar más fibra muscular y minimizar la participación de aquellos músculos que te “ayudan” a lograr un movimiento. Inténtalo: imagina tus abdominales, concéntrate en ellos a medida que se contraen y visualiza cómo quieres que se vean. Ese es el camino a un abdomen sexy y plano.
