Trucos caseros para lucir unos pies bonitos

Todas queremos tener unos pies encantadores para que las sandalias nos queden perfectas. Pero a veces el calzado cerrado del invierno y la falta de cuidados de los pies hacen que nos encontremos con resequedad, dureza y un aspecto de pies dañados.



Para recuperar los pies, en principio es útil la vieja piedra pómez en la ducha o en su defecto una esponja vegetal, que con masajes suaves removerá las células muertas y las capas de piel endurecida. Luego, puedes probar algunos exfoliantes caseros para pies.

Mezclando un poco de jugo de limón con sal gruesa, tendrás suficiente para masajear talones y plantas de los pies, con el fin de suavizar la piel. Otra opción es colocar un poco de sal a una cebolla para que sude, y aplicar el jugo que desprenda con un algodón, dejando actuar por un rato. La infusión de menta, aplicada directamente con una gasa, es una alternativa más suave para pieles sensibles.

Luego es hora de humectar en profundidad la piel de los pies, para que luzcan suaves a la vista y al tacto. Para ello, pisarás con un tenedor la pulpa de un aguacate, y con un poco de aceite de oliva formarás una pasta, que esparcirás abundantemente sobre los pies dejando actuar por media hora antes de retirar.

Así, ya puedes pensar en las sandalias más hermosas que podrás lucir en días de calor.

Fuente: Innatia, Innatia