Que la cara es el espejo del alma es algo de sobra conocido y por eso todas buscamos que nuestra cara refleje lo mejor de nosotras. Y si hay algo en nuestra cara que sirve, como ninguna otra cosa, para hablar de nosotras ese algo son los ojos.
Y aquí hemos hablado en otras ocasiones de que forma podemos hacer que estos luzcan de una forma magnífica convirtiéndose en el centro de atención de nuestra cara y dotando a la misma de una luminosidad y brillo especiales.
Pero para tener unos ojos abiertos, despiertos y dinámicos que sean el reflejo de un completo bienestar tenemos que luchar contra todos aquellos agentes que pueden estropear nuestro aspecto, y en este sentido nuestro enemigo son las patas de gallo.
Luchar contra las patas de gallo no tiene más que una clave principal que debe rodear toda la acción que pongamos en marcha para retrasar y disminuir su llegada, la prevención. Cuanto antes comencemos a prevenirlas mejores serán los resultados.
La zona periocular es una zona epidérmica extremadamente frágil y lo cierto es que si no se toman las medidas de precaución necesarias, las arrugas ocuparán toda la zona alrededor de los ojos estropeando nuestra mirada.
En este sentido luchar contra las patas de gallo es esencial ya que no son necesarias ni las ojeras ni las bolsas, la patas de gallo por sí mismas dan a nuestro rostro un aspecto permanente de cansancio y fatiga contra el que es difícil pelear.
Y de hecho es tan importante la prevención desde muy pronto que incluso famosas actrices que tienen a su alcance el privilegio de acceder a los mejores tratamientos y a la más sofisticada asistencia y que poseen a sus cuarenta años un indudable atractivo denotan el descuido de no luchar contra las patas de gallo en su juventud en forma de arrugas en el contorno de sus ojos.
La particularidad de la zona periocular es que es más sensible a las agresiones del medio ambiente. Tengamos en cuenta que la elasticidad de la misma se pierde de forma natural a lo largo del tiempo simplemente con el hecho de parpadear. Además de perder elasticidad, la zona también se debilita.
Las arrugas en general responden en un 20% a factores genético pero en el restante 80% son los factores externos los que afectan a la hora de hacerlas aparecer. Por eso concretamente para luchar contra las patas de gallo es en cuanto empiezan a aparecer que hay que iniciar los cuidados específicos.
Si nos encontramos en la veintena estamos a tiempo de iniciar nuestra particular lucha contra las arrugas de la zona periocular a través de los nuevos métodos en forma de productos o técnicas que tenemos a nuestra disposición en el mercado.
En caso de que ya estemos sufriéndolas, luchar contra las patas de gallo resultará más difícil, principalmente porque es casi imposible hacerlas desaparecer por completo. Algunas mujeres lo intentan recurriendo a la cirugía pero algunos resultados no son muy satisfactorios.
El hecho de que la cirugía no tenga en ocasiones resultados convenientes para luchar contra las patas de gallo viene dado por el hecho de que la piel del contorno de los ojos, que es sobre la que debemos actuar, es más fina y no responde de forma óptima a los tratamientos.