Hidratar la superficie cutánea contribuye a su salud y belleza.
Cuando la piel tiene sus secreciones de sebo y agua en equilibrio se la llama piel normal o eudérmica y no necesita prácticamente de cuidados. Esta clase de piel es frecuente en los niños y puede darse también en algunos adultos, sin embargo lo frecuente es que en la medida que crecemos, nuestra piel va evolucionando a grasa, seca o mixta y es susceptible de sufrir diversos tipos de afecciones debidos a factores endógenos y exógenos.
Si bien cuando hidratamos la piel desde fuera lo hacemos en su totalidad, no viene mal que recordemos juntas cuales son las áreas que presentan mayor tendencia a deshidratarse y así podrás atenderlas especialmente:
- Areas expuestas: la cara, el cuello y las manos son las zonas más expuestas de la mayoría de los seres humanos. Las otras zonas corporales, como por ejemplo los brazos, las piernas, los pies, el escote, se verán más o menos expuestas según la vestimenta que uses, determinado esto por el tipo de clima predominante en donde vives o de la actividad laboral o deportiva que realices. Primeramente te sugiero el uso de protección solar para prevenir la deshidratación de la superficie epicutánea. En cuanto a la elección del cosmético hidratante adecuado, verás que en general el cuerpo requiere de vehículos más densos y espesos, de emulsiones w/o (agua en aceite), mientras que para el rostro la elección del producto es más específica y deberás tener en cuenta tu biotipo cutáneo.
- Areas con menor concentración de glándulas sebáceas: descartando el cuero cabelludo, la zona T facial y el tórax superior, que poseen la mayor concentración de glándulas sebáceas, el resto del cuerpo tenderá a resecarse más fácilmente. Ten en cuenta también que en las palmas de las manos y los pies las glándulas sebáceas están ausentes y que el contorno de ojos (párpado inferior) y las mejillas se deshidratan más que el resto de las áreas faciales. El consejo en estos casos es igual al punto anterior. Te recomiendo además usar una crema específica para los párpados cuando empieces a notar las primeras líneas de expresión.
- Areas agredidas y sensisbilizadas: en este caso me refiero a acciones directas que hacemos sobre nuestra piel que producen microdaños y sensibilización. Por ejemplo: la depilación, el afeitado, el bronceado (solar directo o con cama solar), exfoliaciones físicas y químicas… En estos casos sugiero colocar un producto de acción descongestiva e hidratante.
- Areas gruesas: talones, rodillas, codos y nudillos de las manos son zonas corporales naturalmente gruesas y rugosas y precisarán de mayor hidratación y de la elección de cremas más untuosas.
Espero que estos consejos te hayan aportado algo más a lo que ya sabías. Escribe tus consultas, si las tienes, que encantada te responderé.