Seguramente alguna vez has escuchado hablar de la dieta de la enzima prodigiosa del doctor Hiromi Shinya, que es un best seller a nivel mundial. Pero, ¿sabes de qué se trata? En este artículo podrás conocerla a fondo.
¿Has escuchado hablar alguna vez de la dieta de la enzima prodigiosa? Se trata de una creación de Hiromi Shinya, un doctor japonés que, hoy por hoy, se ha convertido en una especie de celebridad por obra y gracia de este régimen. Esta dieta, justamente, proviene de un libro llamado de igual forma, que es furor a nivel mundial. Pero, ¿qué es lo que hay detrás de esta dieta que genera tanto revuelo? En este artículo podrás conocerla al detalle.
¿Cuál es la idea de la dieta de la enzima prodigiosa?
La dieta de la enzima prodigiosa es promocionada por su creador, el doctor Hiromi Shinya no como una dieta para perder peso, sino como una filosofía de vida, algo que va mucho más allá de esto. Obviamente, en casos como el de esta dieta, el adelgazamiento termina llegando por añadidura, y ya te darás cuenta por qué una vez que se haga el desglose de lo que se come en dicho régimen.
Esta dieta tiene un gran problema y es, precisamente, su nombre. Uno al escuchar “enzima prodigiosa” se imagina casi de inmediato algún intento de estafa. Porque cada vez que una palabra de estas características está ligada a la pérdida de peso, suele haber algo extraño detrás.
Shinya habla de una enzima madre, que se produce en el organismo y que actúa como biocatalizador que repara nuestras células. Así, este método alimenticio sería no sólo indicado para adelgazar, sino un revitalizador general para que el organismo llene su cuerpo de enzimas y se regenere, se “repare” a nivel celular, generando así la prevención de muchísimos males.
¿Qué alimentos están permitidos y cuáles no en esta dieta?
Justamente, los alimentos que generan enzimas en el organismo, conocidos habitualmente como enzimáticos. Esto consiste, básicamente, en comer entre un 85 y 90 por ciento de alimentos que provengan del mundo vegetal y un 10 y 15 que correspondan al reino animal. Así, se conseguiría lograr una dieta saludable, no sólo para perder peso, sino para mejorar las condiciones de salud en líneas generales.
Pero aquí no queda la cosa. De ese porcentaje vegetal, la mitad debe corresponder a granos integrales y legumbres. Un 30 por ciento va para raíces, vegetales verdes y amarillas. Lo restante, queda para frutas, frutos secos y semillas. Dentro del reino animal, la clave será que comas sobre todo pescado y un poco de carnes rojas y huevos, pero sólo de vez en cuando.
Lácteos, grasas, aceites, azúcares y productos refinados, están fuera de la dieta. Infusiones como el té o el café, puedes hacerlas parte de la dieta, pero sólo con dos o tres tazas diarias.
Otras claves:
Cena temprano, por lo menos cinco horas antes de acostarte.
Mastica mucho los alimentos.
Trata de acostarte siempre a la misma hora y dormir entre 6 y 8 horas diarias.
Haz ejercicio moderado.
Se preferirán los alimentos lo más frescos posibles y con poca cocción o a bajas temperaturas.
Consume mucha agua, pero siempre que sea lo más pura posible.
No comas entre las comidas, sólo fruta o algún zumo para saciarte.
¿Cómo sería un menú de la dieta de la enzima prodigiosa?
Desayuno: Un tazón de cereales integrales
Entre media y una hora antes del almuerzo: Una taza de té rojo y un vaso de zumo de naranjas frescas.
Almuerzo o comida: Garbanzos cocidos con ajo y perejil; una ensalada de zanahoria rallada, tomate, cebolla y quinoa.
Entre media y una hora antes de la cena: Una taza de té verde y una manzana.
Cena: Un filete de unos 100 gramos de pescado preparado a la plancha. Una porción de arroz integral. Una buena ensalada de hojas verdes y una patata pequeña cocida al horno.
Diagnóstico general de la dieta
Hay posiciones muy fuertes tanto a favor como en contra de esta dieta. Por un lado, se puede decir que es completamente saludable, porque tiene una enorme cantidad de vegetales en su distribución alimenticia, muy pocos de origen animal, es baja en grasas y, en líneas generales, estimula a comer alimentos que tienen cargas muy positivas de nutrientes.
El tema es… ¿Uno puede llegar a perder peso por dichas “enzimas prodigiosas” que tienen estos alimentos? ¿O uno termina adelgazando porque estos alimentos son sanos, energéticos, bajos en grasas, reducidos en calorías y positivos para el organismo? Muchas veces, el planteamiento termina siendo el problema, ya que el fondo, la idea en sí, es francamente positiva. Este parece ser el caso de la dieta de la enzima prodigiosa. Un nombre que, a pesar de todo, no parece haberle caído mal a la población mundial, ya que el libro de Shinya es un best seller global.
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